Esta canción popular se cantaba en Benajarafe en Ruedas y mecedores cuando mis padres eran jóvenes, allá por 1945-53. Ellos la referían, ya de mayores, entre risas cómplices y mi abuela la canturreaba en la casa.
Posiblemente fuera muy antigua y pudo ser adaptada por los agricultores y campesinos de la zona.
Mi versión hasta ayer era que su alusión a los palos de la Baraja Española podía situar su origen a finales del XVIII, en la época en la que estuvo activa la famosa Fábrica de Naipes de Macharaviaya creada por los Gálvez, desde la cual se exportaban las cartas hasta América.
Si tu padre quiere un rey
la baraja tiene cuatro
rey de copas, rey de oros
rey de espadas, rey de bastos.
Mi padre no quiere un rey
porque no me lo merezco
pero no quiere que me siente
a guardar ningún estiércol.
Que vengo de la churripampas
churripampas, churripleros
mi novio con otra novia
y yo con este salero.
Es curioso, porque según algunos autores, esta segunda canción popular fue recogida como tal por Federico García Lorca, y en Granada es muy conocida. También fueron muy populares, en toda España, otras canciones versionadas por Federico, como Los cuatro muleros o Anda jaleo, que figuran en los discos que grabó con La Argentinita. No es que fueran suyas, es que hizo una recopilación de canciones populares y las armonizó al piano, pues Federico además de ser un gran poeta, pintaba y componía. No es el caso de esta que sigue, que según el Instituto Cervantes* no figura en los discos.
Si tu padre quiere un Rey
la baraja tiene cuatro
Rey de copa, Rey de oros
Rey de espada, Rey de bastos.
Corre que te pillo
corre que te agarro
mira que te lleno
la cara de barro
Del olivo
me retiro
del esparto
yo me aparto
del sarmiento
me arrepiento
de haberte
querido tanto.
Y yo me pregunto ¿seguiría siendo válida mi primera impresión sobre el origen de la canción, si fuera realmente Federico quien la hubiera rescatado del olvido? Creo que no, porque eso supondría que la canción, al menos la primera estrofa, estaba más extendida por otros lugares y no se circunscribía a la Axarquía malagueña.
Pienso ahora más bien que los muchachos y muchachas de Macharaviaya, Cajiz y Benajarafe adaptaron una vieja canción popular a su ambiente, añadiéndole las dos última estrofas y poniéndole música de mecedor o rueda.
Porque... eso sí, la churripampas, eran las churripampas.
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Nota de advertencia:
En la página web del Instituto Cervantes, Pedro Vaquero expone un un artículo que existe una gran confusión sobre las letras de la canciones populares armonizadas por Federico García Lorca y algunas de las que se han publicado hasta la fecha no figuran en las grabaciones de los discos de La Argentinita en las que el poeta la acompañó tocando el piano, que son diez. Hay tres canciones -Los Reyes de la baraja, La Tarara y el Romance de Don Boyso- que no están en los discos, aunque sí figuran en obras de algunos recopiladores de las canciones armonizadas por García Lorca.
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