Sirva como introducción este poema que escribió mi padre:
La siguiente está incluida también en un poema.
La protagonista es un personaje real, María, que nació en 1887 en Benajarafe. Era hija de Enrique Hilario Ramírez Robles.
Al parecer María era bien parecida y tenía varios pretendientes, pero ella solo quería que la pretendiera uno y daba largas a los que se le acercaban durante la semana en el trabajo de las viñas.
El poema lo podéis encontrar entero en el libro Desde un Rincón de la Axarquía. Ed: 2006, que se encuentra en la Biblioteca de Benajarafe. Aquí se expone un poco más corto:
La Semana por la Punta
Luce el sol,
luce la luna
que en las noches
se derrama
sobre los verdes
viñedos
regándolos con su
plata
y canta el
vendimiador
el que corta de
las ramas
los apiñados
racimos
entre hojas de esmeralda.
El que corta en
los fruteros
las uvas recién cortadas
a los paseros las
lleva
sobre su cabeza
alta
como quien lleva
corona
de moscateles
doradas
y allí las tiende
a que dore
su riqueza sublimada
el bendito sol de
agosto
que dora hasta
las entrañas.
Bajo la parra
frondosa
o la cañiza
enramada
un ramillete de
flores
están limpiando
las pasas
bordando, cual
primorosa
la mejor novia
bordara,
en cada lecho un
suspiro
un requiebro en
cada caja
una queja en cada
copla
un beso en cada
palabra.
Va recogiendo los
frutos
el cargador que
los carga
copla viene,
copla va,
cada copla una
alabanza,
cada suspiro una
flecha
y un dardo cada
mirada.
Y al cabo dejando
ausente
del hombro la
dulce carga
este le dice a la
moza
con un tono de
mudanzas:
─ Chiquilla yo te bendigo
como el Ángel a
María
y por ser miércoles
te digo:
¿Te quieres casar
conmigo?
contesta esta
duda mía.
En el momento la
moza
le contestó con
soltura:
─ No miercolices
la cosa,
no es el
miércoles, criatura,
día de semejante
cosa.
El muchacho
preocupado
de semejante
desdenes
Hasta el viernes
ha esperado
─ Contesta ya si
me quieres
Ya que el jueves
ha pasao.
Ella con la cara
grana
le repitió sin
mirar:
─ No te puedo
contestar
hasta pasado
mañana,
no me suelo enamorar
los días entre semana.
Así quedó la
cosa,
él hizo que no la
oyó
y para cortar la
rosa
hasta el domingo
esperó
con su verso y
con su prosa.
─ Lucero de la
mañana
que sale por el
Oriente,
no me trates con
desgana
que ya llevo una
semana
y me tienes
impaciente.
Pero ella que
barrunta
que el chaval
está colao
con una nueva
pregunta
con gracia le ha
contestado:
─ ¿No te enteras
que ha empezao
la semana por la
punta?
El mozo bajó la
frente
Para su rabia
ocultar
Y a la mañana
siguiente
Tuvo que oir de
la gente
Este pícaro cantar:
“Me han dicho que
a ti te gusta
la hija de
Enrique Hilario,
antes de ir le
preguntas
que si esta vez
ha empezado
la semana por la
punta”.
En aquella
quimerilla
entre verdades y
guasas
se ha arrancado
la chiquilla
mientras limpiaba
las pasas
Y ha entonado
esta coplilla:
─ 'Eso será una
disculpa
que yo a alguno
le habré dao
pero para el que
a mí me gusta
no empezará ni ha
empezao
la semana por la
punta".
Las hieles del
desengaño
el pobre mozo
probó
llorando su
propio daño
con tristeza
comentó
¡Malas pasas las
de hogaño!
* Autor: Francisco Ramírez Postigo. Desde un Rincón de la Axarquía. Edt: 2006
Si alguien sabe alguna otra estrofa o variable de la misma canción, se puede añadir.