Siempre he recordado aquellas largas sobremesas de verano en las que, a la sombra de una parra, bajo el tajo de Torre Moya, mi padre y sus primas debatían sobre el origen de su parentesco por la parte de los Robles mientras los más jóvenes intentábamos seguir el hilo de la conversación sin perdernos en aquella madeja.
Recurrente era hablar del misterioso Padre Robles que subía en burro hasta Benaque para darle clases de latín a Salvador Rueda Santos, el poeta. Y digo misterioso porque ni en aquellas conversaciones ni en la biografía de Salvador Rueda, el cura Robles tenía nombre de pila, ni segundo apellido. Nadie sabía de sus padres ni tampoco por qué era pariente nuestro. También era difícil ubicarlo en una generación pues se desconocía la edad que tenía cuando Salvador era adolescente.
Mucho después, en 1999, mi padre, Francisco Ramírez Postigo, admirador de Salvador Rueda, pronunció el pregón de la Feria de Benajarafe. Se centró en la figura del poeta, en su estancia en Torre Moya y en los versos que en esta escribió, algunos de ellos inéditos como la carta- poema por encargo de Pedro Robles a un amigo de Melilla, de apellido López y Gómez, donde nombraba a algunos personajes conocidos de Benajarafe, como el Noy de la playa, Pepe Eusebio o Juan Herrera.
Decía mi padre:
"En la Torre Moya, escribe entre otros La cigarra, Los boquerones y El pregón del pescado. En cada uno de ellos, al pie del poema puede leerse: Torre Moya, Benajarafe, Agosto de 1903. Es la única constancia escrita que he podido leer del paso por este lugar, ya que ninguna de las antologías actuales hace mención de este capítulo de su vida".
Y volvió a nombrar, al famoso Padre Robles, maestro de Salvador, que según él había sido cura de Benajarafe.
Unos años más tarde, cuando empecé a investigar la genealogía de mi familia encontré a mi tatarabuelo José Robles Postigo, nacido en 1830, propietario de tierra y viñero de Benajarafe. Luego tuve noticias de que tuvo dos hermanos que vivieron en San Fernando, Cádiz. El entierro de uno de ellos se publicó en un periódico local de la época. Era cura y se llamaba Manuel. Y esta es su historia; la que he podido recopilar:
Manuel Robles Postigo, nacido en Benajarafe, natural del término de Vélez-Málaga y vecino de Benajarafe, nació el 23 de octubre de 1842 y fue bautizado en dicho día, mes y año en la Parroquia de Santa María la Mayor de dicha ciudad. Era hijo de Antonio Robles Gutiérrez (de José Robles Rando y Ana Gutiérrez Aranda) y Antonia Postigo Ramírez (de José Postigo Ruiz y Ana Ramírez) y hermano de mis tatarabuelos paternos José Robles Postigo y María Robles Postigo; él, por parte de mi abuela y ella, por parte de mi abuelo.
No tengo ninguna huella documental de la vida de Manuel desde su nacimiento hasta 1870, pero sí la hay de su padre, propietario de varias suertes plantadas de viña moscatel en Benajarafe. Aquí nos interesa destacar que, en 1841, un año antes del nacimiento de su hijo Manuel, Antonio Robles Gutiérrez era propietario de tierras de la Torre Moya, de la que era Torrero, según una escritura de Cesión que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Málaga:
Dice el documento:
“En la ciudad de Vélez Málaga a 18 días del mes de julio de 1841, ante el escribano y testigos compareció Antonio de Robles Gutiérrez, Torrero de la de Moya, a quien doy fe y conozco. Y digo, que en posesión y propiedad le corresponden 10 fanegas y 10 celemines de tierra procedente de las que el mar ha ido dejando, situadas en la inmediación de la Torre nombrada de Moya, divididas en dos pedazos, el uno de media fanega y dos celemines y el otro de nueve fanegas y media, todo ello de manchón y en mal estado, las cuales adquirió al Fondo de Fortificaciones y Hacienda de Guerra según Escritura otorgada por el Intendente de los Ejércitos Nacionales con destino en el distrito militar de estos Reinos……, en Granada, en 28 de marzo del año próximo pasado”.
El 9 de diciembre de 1870 Manuel Robles era cura de Benajarafe. Figura así en el Certificado de Bautismo de su sobrino Francisco, hijo de Bernardo Robles Postigo y María Ramírez Arias, que pretendía contraer matrimonio en 1896. Dicho Certificado, firmado por el cura de Macharaviaya de entonces, contenía la transcripción literal del original:
“En el partido de Benajarafe, anejo a la parroquia de Macharaviaya, a 9 de diciembre de 1870, yo, Don Manuel Robles, teniente coadjutor de su iglesia auxiliar, bauticé a Francisco José de la Santísima Trinidad, hijo legítimo de Bernardo Robles Postigo y María Ramírez Arias, naturales de esta y vecinos de Vélez”.
En 1871 y 1872 Manuel se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid para cursar estudios de Lengua y Literatura Clásica. En su expediente académico, que figura en PARES, aparece su firma, idéntica a la que figura en una Escritura de Poder que otorgó junto a cuatro de sus hermanos, en 1870, ante el Escribano Ramón Zalamea Amador; entre ellos mis dos tatarabuelos José y María, esta última acompañada de su marido José Ramírez Postigo, mi tatarabuelo paterno.
Dice el Poder:
“En la ciudad de Vélez- Málaga, a …días del mes de ….. de 1870, ante mi D. Ramón Zalamea Amador, Notario público del Ilustre Colegio del Territorio de la Audiencia de Granada, y de esta vecindad, comparecen en unión de los testigos que expresaré, D. José Robles Postigo, Don Antonio Robles Postigo, D. Bernardo Robles Postigo, D. José Ramírez Postigo por sí y como marido de Doña María Robles Postigo y Manuel Robles Postigo, naturales todos de la Villa de Macharaviaya, vecinos de esta ciudad, moradores en el partido de Benajarafe, los cuatro primeros de estado casados, de ejercicios labradores, el último presbítero.
El primero (José) de 38 años. El segundo (Antonio) de 30, el tercero (Bernardo) de 26 años, el 4º (José Ramírez Postigo, marido de María Robles Postigo), 53 años, y el 5º (Manuel Robles Postigo) de 28”.
Firman entre otros : “José Robles, Antonio Robles, Manuel Robles.”
Firma de Manuel Robles Postigo que figura en Escritura de Poder de 1870. AHMA
Ingresó Manuel en el cuerpo Eclesiástico de la Armada el 11 de noviembre de 1873 y desempeñó durante casi toda su vida el empleo de capellán.
Prestó sus servicios durante 2 años y 7 meses, que sepamos, en la Corbeta de hélice Doña María de Molina cuya dotación, en la que iba incluido un capellán segundo, se reglamentó en 1873.
“Dicha corbeta entró en servicio el 1 de julio de 1877 con la comisión de un viaje a los Mares de Oriente y a Filipinas, donde debía quedar de apostadero. En su dotación figuraba D. Manuel Robles Postigo como capellán. El 20 de agosto se inició el viaje; recaló en Cartagena, Malta, el Pireo, Bessika, Constantinopla, Salónica, Esmirna, Beirut, Jaffa, Pord Sait, Aden, Ceilán, Singapur, Balabac y Cavite, donde fondeó el 24 de febrero de 1878. Tras varias reparaciones menores el buque siguió hasta Hong Kong para una reparación de mayor envergadura. El febrero de 1880 volvió a Manila” (Foro todoavante.es).
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